Samsung Solve for tomorrow es un concurso para estudiantes de enseñanza media cuyo principal objetivo es resolver problemas de la comunidad mediante la ciencia y tecnología. Ya ha tenido ediciones anteriores y cuenta con el patrocinio de la fundación País digital y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
En mayo comenzamos la postulación con la idea de resolver el problema de la sequía en nuestra comunidad, problema que evidenciamos día a día. Alan llegó con la intención de postular y el grupo ya formado, Alan Mc Coll y Maite Muñoz, pero necesitaban un profesor tutor y se me hizo el ofrecimiento. Nos llamamos “The Drop Team”. Al principio se evidenciaron varios problemas pero concluimos que la disponibilidad de agua era el más evidente y urgente. Ante eso, y después de varias mutaciones de nuestro proyecto, derivamos en el producto final: un condensador de agua a partir de la humedad ambiental, siguiendo el principio de la condensación, favorecidos por placas de Peltier. Todo construido a partir de reciclaje de materiales tecnológicos.
Debemos confesar que en un inicio no esperábamos llegar a la fase final, en donde debíamos realizar el prototipo funcional de nuestro proyecto, así que continuamos fase a fase tratando de solucionar el problema de modo realista pero también siendo muy exigentes con nuestra idea.
De casi 400 equipos repartidos en aproximadamente 1200 estudiantes, llegamos a la final, solamente 5 equipos, representados por la región metropolitana, concepción y obviamente Villa Alemana.
La experiencia de la final presencial fue increíble, tuvimos 6 minutos para exponer nuestro proyecto al público en su mayoría especializado en el área. Anterior a la exposición tuvimos la oportunidad de presentar nuestro prototipo a en un Stand a todos los asistentes, prensa, CEO de Samsung e incluso el Ministro de Ciencia y Tecnología. Que nuestro prototipo haya funcionado y que a los minutos de conectado haya comenzado a generar agua solo de la humedad presente en un lugar cerrado fue lo que más llamó la atención al público, muchos no podían creer que se pueda condensar agua de forma tan eficiente y rápida con un producto fabricado a partir de en su mayoría materiales reciclados.
La proyección de Aira 3000, nombre que le dimos al producto final es de aproximadamente 1,8 L diarios, de agua filtrada y para beber, todo dependiendo de la humedad ambiental (fue probado en primavera, así que debería aumentar su productividad en días más húmedos). Se puede alimentar por paneles solares o conectar directamente a la red eléctrica, generando un gasto aproximado de $480 pesos para producir dichos 1,8 L. También se debe considerar que está hecho a baja escala, por lo que puede ser escalado a números más altos y mantener la misma eficiencia.
Maite y Alan hicieron un trabajo notable de principio a fin, generando ideas organizando reuniones, proponiendo soluciones y modificaciones, y obviamente construyendo nuestro prototipo. Además debo sincerar que fueron evidentemente el mejor equipo al exponer en la final, manejando de forma sólida e increíblemente profesional cada segundo. De todos los equipos y personas presentes recibimos felicitaciones muy sinceras, todos quedaron sorprendidos con el nivel de la exposición, desde mi introducción hasta la respuesta a Julieta Martínez, jurada que mandó su pregunta desde la COP26 en Glasgow.
Como profesor de ciencias solo puedo agradecer por iniciativas como estas, que permiten demostrar que los jóvenes y adolescentes de hoy sí se interesan en solucionar los problemas de la actualidad y que además pueden hacerlo a partir de la ciencia y tecnología, proponiendo ideas eficientes y sustentables. Me conmueve la solidaridad y compromiso social de mis estudiantes en todo este proceso, puesto que más allá de ir a ganar a la final, queríamos vivir la experiencia y realmente ser una idea que solucione un problema real.
Espero que podamos sumarnos a otras iniciativas, inspirar y contagiar a más colegas y estudiantes a participar.
Personalmente aprendí muchísimo del proceso y de mis estudiantes, ahora mismo me siento preparado para liderar o ayudar en cualquier otro proyecto de características similares.
Como “The Drop Team” nos sentimos ganadores, más allá del resultado final, viendo cómo se dio todo, desde el comienzo y pasando por todas las fases… dimos todo de nosotros y los resultados fueron más que evidentes.
El éxito no se mide en números ni lugares, sino que en qué tan feliz puedo ser realizando lo que decidí realizar, y esta experiencia nos hizo super felices.
Rodrigo Segura Vicencio
Profesor de Ciencias, Colegio Altomonte.
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